Hola, soy Esther, la mujer de Gerardo de 72 años, diagnosticado de Liposarcoma hace ya casi tres.
Anteriormente le habían realizado cinco resecciones de vejiga y es intervenido de una metástasis en pulmón. En noviembre del 19, ingresa por una pielonefritis y ante sospechas por analíticas, hacen un scanner para descartar tumoración.
Se ve una obstrucción en el uréter y deciden operar por laparoscopia. Entre pruebas y navidades, no le intervienen hasta el 9 de enero del 20. Una vez en quirófano y ante la imposibilidad de operar así, deciden abrir. Sale de quirófano sin un riñón y sin uréter y una masa que cuando viene las pruebas de anatomía patológica, diagnostican Liposarcoma retroperitoneal de partes blandas.
De todo esto es tratado en la sanidad privada y a partir de ahí nos derivan al Hospital publicó de Cruces, donde después de más pruebas y controles, vuelve a ser intervenido por segunda vez el 9 de mayo, con un tamaño ya de tumor de 7 cm. Después de radio y quimioterapia, hay una tercera intervención y el 29 de octubre de este año, es operado por cuarta vez, operación de la que se está recuperando actualmente.
El pasado verano conocemos la historia de Amaia, en la actualidad paciente del Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona, y después de ponernos en contacto con ella, nos habla de Asarga y de Iara, su presidenta. En estos momentos tan difíciles es lo mejor que nos ha podido pasar. Nos dieron la mano y no nos la han soltado desde entonces. Conseguimos que nos derivaran también a Barcelona y cuando iba a recibir mi marido el primer tratamiento de quimio, detectan una infección en el reservorio que deciden quitarlo, pero la infección es tan fuerte que volvemos a Cruces en cuanto llegamos a Bilbao y estando ingresado, se produce una obstrucción intestinal y es la cuarta operación donde extirpan un tumor de ya, de 15 cm.
Está en casa después de 40 días de hospital con asistencia médica domiciliaria y tratamiento antibiótico de otras cuatro semanas, dado que se produce otra pequeña infección en la zona intervenida.
En cuanto se recupere, retomaremos tratamiento con el Dr. César Serrano, quien tan bien nos ha tratado y con el que he estado en contacto todo este tiempo de hospitalización.
Qué pena no haber conocido antes a Iara, Arabia, Carolina, Guadalupe, todas ellas igual de amables y atentas. Gracias por el apoyo, la ayuda, los consejos y la ocupación de cada caso que les llega. Es justo lo que los enfermos (y los cuidadores) necesitamos.
Gracias de nuevo.
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